Control de fugas para verificación de estanqueidad, ¿cómo funciona?

Uno de los elementos fundamentales a la hora de conservar los productos es la estanqueidad de su envase. Este es uno de los aspectos a los que damos una mayor prioridad en nuestras empresas, sobre todo cuando trabajamos con alimentos. Si nuestro envasado no consigue un empaquetado estanco puede tener consecuencias de distinto tipo, desde la pérdida de cantidad de producto hasta la caducidad del mismo.

La manera en la que protejamos nuestro producto será primordial para mantener sus características, componentes y propiedades en un estado óptimo. Si descuidamos este detalle, puede que perdamos calidad en nuestros artículos y eso puede ser determinante para el crecimiento de nuestra empresa.

¿Qué es la estanqueidad?

Cuando hablamos de estanqueidad estamos haciendo referencia a una propiedad basada en la capacidad para evitar que entren partículas procedentes del exterior al interior de un espacio o habitáculo. Las partículas pueden ser de cualquier tipo, como puede ser el aire, el agua o el polvo.

Estas partículas externas pueden afectar a los productos con los que trabajemos, aumentando la probabilidad del daño cuando se trate de alimentos. La falta de estanqueidad en el envasado puede facilitar la formación de moho o pérdida de texturas por culpa del aire o la posible humedad del exterior.

Si cuidamos de este detalle, estaremos garantizando la conservación de la calidad del alimento y sus propiedades para que llegue al cliente final en las mejores condiciones.

¿Qué es un controlador de fugas y cómo funciona?

Para poder comprobar la calidad de la estanqueidad de los envasados existe una maquinaria que nos facilita el proceso y nos permite cerciorarnos de la precisión del sellado. Esta herramienta es el controlador de fugas, el cual es una unidad independiente que tiene como finalidad la verificación de que el cierre es estanco. Una de las líneas en la que es más utilizada es en la de flow-pack.

Para hacer esta comprobación, se introduce el envase en el tanque lleno de agua y se le somete a vacío, con la finalidad de detectar cualquier posible irregularidad que se halle en las soldaduras. ¿Qué pasará si el paquete no es totalmente estanco o su soldadura tiene poca resistencia? En este caso, el paquete se rompería o se verían salir gotas de aire. De esta manera quedaría patente, de forma sencilla y rápida, que debemos reforzar el sellado de nuestros artículos.