- 04/01/2022
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Envasado en segunda piel de pescados y mariscos
Como hemos visto en artículos anteriores, disponemos de diversas opciones a la hora de elegir cómo conservar y proteger nuestros productos. Según el tipo de alimento con el que trabajemos, así como el tipo de transporte o su lugar de destino, unas opciones se amoldarán mejor a nuestras necesidades que otras.
No es lo mismo trabajar con productos más resistentes y robustos, que con otros que sean de naturaleza más frágil o más ligeros de peso. Así como tampoco requerirá el mismo procedimiento el almacenamiento y distribución de alimentos más perecederos que otros, o que necesiten de determinadas condiciones térmicas para conservarse en un estado óptimo.
En este último caso podemos encontrarnos el pescado o los mariscos. Son alimentos que requieren de un especial cuidado, ya que su conservación es más delicada. Su caducidad es más corta que la de otros productos y también requieren de unas condiciones de temperatura concretas. Esto hace que, cualquier error que se pueda cometer durante su procesamiento, pueda suponer la pérdida de su calidad e, incluso, tener que desechar el producto.
Para evitar esto, una de las formas de envasado que resulta ideal para ellos es el envasado en segunda piel. Mediante este tipo de envoltura, se procederá a su congelación consiguiendo el cuidado y la conservación de sus propiedades.
¿Qué es el envasado en segunda piel?
El envasado en segunda piel comparte muchas características del envasado al vacío. Recibe las siglas “VSP”, debido a que en inglés se denomina “vacuum skin packaging”. Esta práctica consiste en calentar el material de envasado antes de que entre en contacto con el producto, con lo que no se altera significativamente la temperatura del mismo. Este material de envasado puede ser una bolsa o partir de una lámina que envuelva el producto. El calor que se le aplica a estos materiales puede llegar a superar los 200 ºC.
Gracias a este calor, los materiales de envasado se adhieren a la perfección al contorno del producto, evitando que se formen burbujas de aire y posibles arrugas.
¿Cuáles son sus ventajas?
El envasado en segunda piel comparte muchas de sus ventajas con el envasado al vacío, las cuales podíamos ver en nuestro artículo ¿Cuáles son las ventajas del envasado al vacío?. A parte de estas, el uso del VSP nos ofrece otras ventajas propias:
- Hace el producto más atractivo: como indicábamos, debido al calor los materiales se ajustan a la forma del producto. Con esto conseguimos que no haya arrugas o burbujas de aire, de forma que queda una presentación más uniforme del producto. El
- uso de determinadas láminas, como transparentes y con brillo, pueden colaborar en el embellecimiento del producto.
- No se produce exudación, cosa que a veces puede ocurrir en otro tipo de envasados.
- Al evitar las burbujas y arrugas, también reducimos los riesgos de rotura de los paquetes.
- Prolonga la vida útil de los alimentos.
- Permite una óptima congelación de los productos, acompañada del glaseado en muchos casos, como es el de los pescados y mariscos.